miércoles, 13 de febrero de 2008

Visita por Shanghai (y III)

Hasta ahora había comentado sobre la tarde del jueves y el día del viernes. Respecto al sábado, fue un día bastante tranquilito. En casa descansando y luego por la tarde quedamos con la demás gente y fuimos a la zona de Xintiandi, donde había cantidad de lugares restaurantes, cafeterías... y pues con el frío que hacía, pues apetecía tomarse algo calentito, así que, nos metimos a tomarnos un cafecito.

Ya de noche, pues ir a tomar algo después de la cena y conocer al noche de Shanghai, aunque también el día anterior me había pasado nuevamente por Attica, para echarme unos bailes, esta vez con música house.

Ya de domingo, para aprovechar las últimas horas de estancia en la ciudad, quedamos con la demás gente para ir a ver el un templo situazo al sur de la ciudad. Y pues de camino al punto de encuentro yendo con Enrique (el compañero informático de la oficina de Shanghai) nos metimos por algunas callecitas cerca de su casa para explorar un poco el terreno.

Y alguna escena curiosa, sobre todo la forma en la que tiende la gente la ropa. No sé si con el frío que hace se les secara... lo que es sol, ese día se notaba algo de calorcito y el cielo estaba más despejado como se puede ver.


Templo de Longhua

El templo de Longhua, a unos 20 minutos en coche fue el lugar elegido para visitar ese día. Siendo domingo, ya se podrán imaginar la gente que había, pero como el lugar era bastante grande, uno no estaba tan apretado como cuando fuimos a ver el templo del Buda de jade. El templo contaba con una pagoda que se encontraba a la afueras y justo al lado de la misma había un árbol donde se podían colgar deseos o más bien lanzar al árbol a ver donde caían.

En la foto de la derecha, se puede ver con un poco más de detalle las hojas del árbol y con los lazos rojos y amarillos que colgaban de las ramas, con los deseos de mucha gente.

Como otros muchos templos, la gente dentro compraba incienso y hacía ofrendas, además de rezar. Una de las salas que tenía el templo estaba llena de pequeñas figuras de budas dorados. No sé cuantos habría... pero poco no eran, desde luego.


Cementerio de Mártires de Longhua

Ya con poco tiempo por delante, ya que mi avión de vuelta salía a las 16.50 y quería llegar con tiempo de antelación, nos dirigimos al Cementerio de los Mártires. Un parque situado muy cerca del templo que visitamos, donde había una exposición dedicada a toda aquella gente que había luchado por los ideales del Partido Comunista tras su creación en el año 1920.

Con esto concluyó mi visita a la ciudad, espero que tenga oportunidad de volver algún otro fin de semana, aunque según me dijeron, la ciudad poco más tiene que ver, pero seguro que algo más se puede descubrir que me haya quedado pendiente.

Luego rumbo al aeropuerto de Hongqiao y a la espera de embarcar. El viaje perfecto, todo a su tiempo. Cuando me vine a dar cuenta ya estaba aterrizando en el aeropuerto de Shenzhen y luego rumbo a Hong Kong en guagua y con el correspondiente trasiego con los papeles de inmigración y demás, y felizmente de vuelta en casa :)

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